A estas alturas del año y la pandemia quizás hayas sentido que tu vida se ha sacudido y muchas cosas se han dañado, quebrado, roto o perdido. La buena noticia es que hay esperanzas. Jesús es especialista en buscar y salvar lo que se había perdido. Hagamos el recuento de los daños y dejemos que sea Él quien nos restaure.