Dios te manda a hacer algo pero haces exactamente lo contrario. Sientes que estás fuera del plan de Dios, que no hay esperanza para ti, pero no es así. Dios siempre tiene más y cuando le dejas ser Dios, todo da un vuelco sorprendente. Pregúntale a Jonás, sobrevivió un naufragio y tres noches dentro de un pez gigante. Para Dios todo es posible.