La búsqueda de identidad puede extenderse toda una vida. ¿Qué opinas de tí mismo, qué dicen los demás de ti? A veces cosas buenas, a veces cosas malas, a veces somos etiquetados por un error. ¿Quién crees que eres? La respuesta más importante a esa búsqueda de identidad la tiene Dios. Cuando Dios te revele quién eres entonces sabrás lo que tienes que hacer.