En el mundo hallaremos aflicción, es lo que Jesús dijo. Pero lo dijo en medio de dos mensajes muy esperanzadores que olvidamos tener en cuenta. El mundo y la vida misma parecen una lucha permanente, un dolor permanente. Pero si estás escuchando este mensaje, lo más seguro es que sobreviviste a tu última dificultad y puedes decir: “Sigo de pie”.