Dios te conoce porque fue Él quien te hizo. Te conoce y le importas. Te conoce y te ama. Te conoce y te ayuda. Te conoce y quiere perfeccionarte… con tu ayuda.
¿Cuál es tu parte en esto? Ayudarle a ayudarte, dejarle ser Dios y ver cómo supera tus conceptos y expectativas. Todo esto y más, en un sólo capítulo. El 139. Salmo de David, para el director de coro.